Todo el mundo se siente estresado de vez en cuando. El exceso de trabajo o problemas laborales, la organización de las tareas del hogar y la familia, el cuidado de los hijos, problemas económicos, situaciones familiares, de salud, etc.
El ESTRÉS es un proceso natural que responde a nuestra necesidad de adaptarnos al entorno.
El estrés es necesario para superar las situaciones que demandan más esfuerzo y activación: lo que es necesario prevenir es el exceso de éste. Es beneficioso saber detectar este estrés y ver si se repite de forma innecesaria para poder frenarlo y evitar poner en riesgo la salud y el bienestar.
Se considera estrés al mecanismo que se pone en marcha cuando una persona se ve envuelta por un exceso de situaciones que superan sus recursos. Por lo tanto, se ven superados para tratar de cumplir con las demandas que se le exigen para superarlas. En estos casos, el individuo experimenta una sobrecarga que puede influir en el bienestar tanto físico como psicológico y personal.
Para combatir o mitigar los efectos nocivos de un estrés excesivo o prolongado en el tiempo, es necesario tomar medidas. Lógicamente, no conseguiremos reducir a cero el estrés porque las causas que lo originan siguen estando presentes, pero debemos concedernos momentos ANTIESTRES para ponerle freno de forma regular y así poder llevar una calidad física y psicológica adecuada.
Hay muchas y muy variadas maneras de manejar el estrés. Aquí os recomendamos algunas.